JULIO LINARES
PAVILION
JACOB GERARD, JOACHIM LAMBRECHTS, JULIO LINARES, GALINA MUNROE, MARTIN PAASKESEN, HUNTER POTTER
ART PALMA BRUNCH | 20 MARCH - 5 JUNE 2021
PAVILION
JACOB GERARD, JOACHIM LAMBRECHTS, JULIO LINARES, GALINA MUNROE, MARTIN PAASKESEN, HUNTER POTTER
ART PALMA BRUNCH | 20 MARCH - 5 JUNE 2021
La palabra «pavilion» define un lugar construido por la mano humana, a menudo de carácter temporal o para un evento determinado, desde el cual se puede apreciar la flora y la fauna que convive en el contexto en el que es construido, como un jardín, un parque o un bosque. Otras definiciones destacan su función como lugar de relajación y placer, un espacio con cierta intimidad que no abandona su carácter de mirador u observatorio. A partir de este concepto, la exposición Pavilion sigue la trayectoria figurativa de su hermana melliza Hey! Follow me! It’s happy hour time!, contraponiéndose a la fiesta y el desenfreno de su predecesora para crear un rincón de calma, donde se aborda un imaginario en el que las representaciones más salvajes y selváticas comparten espacio con el lado más doméstico y humanizado de la naturaleza.
En esta ocasión la joie de vivre se presenta en un espacio donde prevalecen distintas emociones, pero sin abandonar los rasgos naïf e infantiles que, jugando con la ironía y el sarcasmo, representan la forma en que los artistas ven el mundo a su alrededor, desde las grandes ciudades a los lugares más remotos.
En Pavilion, los lienzos de Jacob Gerard, Joachim Lambrechts, Julio Linares, Galina Munroe, Martin Paaskensen y Hunter Potter funcionan como ventanas desde las que asomarnos a distintos exteriores – o interiores – convirtiendo el espacio en un lugar abierto a diferentes realidades e imaginarios a los que acceder a través de cada pintura.
En las formas fantásticas y los colores exagerados de Hunter Potter (Estados Unidos, 1990) se connota la nostalgia por personajes y estilos de vida que el artista conoció en los pueblos pequeños y barrios obreros estadounidenses donde creció. En su estilo aparentemente inocente se esconden temáticas transgresoras que representa a partir del sarcasmo, la parodia y el humor.
Martin Paaskesen (Dinamarca, 1987), por su parte, apuesta por lo caótico y lo incoherente, buscando una ambigüedad en las formas que se acerca tanto a lo figurativo como a lo abstracto. El artista está muy presente en su pintura, por lo que su proceso de creación se trasforma en algo físico y casi natural, otorgando un sentido infantil al propio desarrollo de la obra.
A su vez, Galina Munroe (Reino Unido, 1993) asocia sus representaciones a los recuerdos e imágenes que se han desarrollado con el tiempo, profundamente ligados a historias personales o de su propio alrededor. Sus pinturas se caracterizan por los colores planos y las formas simples, plasmándolo en el lienzo a partir de un proceso sin reglas ni restricciones, dando como resultado bodegones caracterizados por una cierta positividad y sencillez.
Julio Linares (España, 1985), sin embargo, juega con el collage y los colores intensos para darle forma a composiciones estáticas donde las figuras llevan la voz cantante. En sus lienzos encontramos gatos que miran directamente a quien los mira, haciendo que, en este caso, el exterior al que nos asomamos sea consciente de nuestra presencia.
Por su parte, los lienzos de Joachim Lambrechts (Bélgica, 1986) responden a un proceso espontáneo y elecciones intuitivas, una lucha entre lo que el artista piensa y aquello que surge en la obra mientras está siendo creada. Su experimentación artística empezó a manifestarse en graffiti y street art, para luego trasladarse a los lienzos, en los que refleja su sentido de urgencia e inocencia creativa.
A su vez, Jacob Gerard (Estados Unidos) traslada al lienzo las experiencias más conflictivas y traumáticas de su infancia, a partir de metáforas en clave de humor que usa para expresar aquellas emociones que le bloquean y no le permiten comunicar aquello que piensa o siente. Los colores vivos y los barnices brillantes distraen al espectador del sentido profundo y a menudo doloroso de la obra, y que convierten las pinturas en ventanas al interior del artista.
Como resultado, la exposición Pavilion genera en el espacio una sensación de observatorio desde donde el espectador puede adentrarse a diferentes realidades, escenas de calma o donde destaca la expresividad y, en su total, remiten a toda la diversidad que nos brinda la naturaleza.
Texto por Belén Martínez.
En esta ocasión la joie de vivre se presenta en un espacio donde prevalecen distintas emociones, pero sin abandonar los rasgos naïf e infantiles que, jugando con la ironía y el sarcasmo, representan la forma en que los artistas ven el mundo a su alrededor, desde las grandes ciudades a los lugares más remotos.
En Pavilion, los lienzos de Jacob Gerard, Joachim Lambrechts, Julio Linares, Galina Munroe, Martin Paaskensen y Hunter Potter funcionan como ventanas desde las que asomarnos a distintos exteriores – o interiores – convirtiendo el espacio en un lugar abierto a diferentes realidades e imaginarios a los que acceder a través de cada pintura.
En las formas fantásticas y los colores exagerados de Hunter Potter (Estados Unidos, 1990) se connota la nostalgia por personajes y estilos de vida que el artista conoció en los pueblos pequeños y barrios obreros estadounidenses donde creció. En su estilo aparentemente inocente se esconden temáticas transgresoras que representa a partir del sarcasmo, la parodia y el humor.
Martin Paaskesen (Dinamarca, 1987), por su parte, apuesta por lo caótico y lo incoherente, buscando una ambigüedad en las formas que se acerca tanto a lo figurativo como a lo abstracto. El artista está muy presente en su pintura, por lo que su proceso de creación se trasforma en algo físico y casi natural, otorgando un sentido infantil al propio desarrollo de la obra.
A su vez, Galina Munroe (Reino Unido, 1993) asocia sus representaciones a los recuerdos e imágenes que se han desarrollado con el tiempo, profundamente ligados a historias personales o de su propio alrededor. Sus pinturas se caracterizan por los colores planos y las formas simples, plasmándolo en el lienzo a partir de un proceso sin reglas ni restricciones, dando como resultado bodegones caracterizados por una cierta positividad y sencillez.
Julio Linares (España, 1985), sin embargo, juega con el collage y los colores intensos para darle forma a composiciones estáticas donde las figuras llevan la voz cantante. En sus lienzos encontramos gatos que miran directamente a quien los mira, haciendo que, en este caso, el exterior al que nos asomamos sea consciente de nuestra presencia.
Por su parte, los lienzos de Joachim Lambrechts (Bélgica, 1986) responden a un proceso espontáneo y elecciones intuitivas, una lucha entre lo que el artista piensa y aquello que surge en la obra mientras está siendo creada. Su experimentación artística empezó a manifestarse en graffiti y street art, para luego trasladarse a los lienzos, en los que refleja su sentido de urgencia e inocencia creativa.
A su vez, Jacob Gerard (Estados Unidos) traslada al lienzo las experiencias más conflictivas y traumáticas de su infancia, a partir de metáforas en clave de humor que usa para expresar aquellas emociones que le bloquean y no le permiten comunicar aquello que piensa o siente. Los colores vivos y los barnices brillantes distraen al espectador del sentido profundo y a menudo doloroso de la obra, y que convierten las pinturas en ventanas al interior del artista.
Como resultado, la exposición Pavilion genera en el espacio una sensación de observatorio desde donde el espectador puede adentrarse a diferentes realidades, escenas de calma o donde destaca la expresividad y, en su total, remiten a toda la diversidad que nos brinda la naturaleza.
Texto por Belén Martínez.