REACH FOR THE STARS
JOSÉ FIOL
17 November 2016 - 17 February 2017
¿Qué estamos haciendo aquí? Estamos alcanzando las estrellas Christa McAuliffe.
"Reach for the stars" es un enunciado entusiasta, apasionado. Alcanzar las estrellas, lograr un reto. El reto más grande que puedas imaginar. No obstante, la misma frase esconde y sintetiza a su vez la historia de un gran fracaso: el trágico accidente del transbordador espacial Challenger en 1986.
El 28 de enero de dicho año, y a los 73 segundos de su lanzamiento, el Challenger se desintegró sobre el océano Atlántico causando la muerte de los siete miembros de su tripulación. En ella viajaban seis experimentados astronautas – Francis Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison Onizuka, Gregory Jarvis y Judith Resnik – y una profesora de secundaria especialmente preparada para la ocasión, Christa McAuliffe. La incursión de una maestra en el equipo formó parte del programa “Teacher in Space”, una estrategia populista del presidente Ronald Reagan que proponía revitalizar el deteriorado panorama educativo del país mediante el envío de un profesor civil al espacio. Según un informe posterior, el accidente se produjo por un error de la NASA. La cosa acabó de la peor de las maneras.
Pese a su sobria puesta en escena – básicamente pinturas sobre el muro y algunos registros de documentación – la obra de José Fiol deriva de un exhaustivo proceso de investigación. Un estudio previo que le lleva al análisis de episodios históricos de relevancia sociológica o política, normalmente definidos por la controversia y la polémica. A veces se centra en acontecimientos famosos, como en este caso, pero otras veces fija su atención en sucesos más periféricos o marginales. En este sentido, Audubon Ballroom, propuesta en la que Fiol especula sobre la fotografía del teatro en el que fue asesinado Malcom X en 1965, o L’Assasin de l’Assasin, donde el artista intenta establecer un retrato del asesino anónimo de Raoul Villain, nacionalista francés que mató al líder socialista Jean Jaurès en 1914, podrían ser dos buenos ejemplos de su modo de entender la práctica artística.
En su primera exposición individual en la galería Fran Reus de Palma de Mallorca, José Fiol toma como punto de partida el dramático caso del Challenger con el objetivo de abrir una serie reflexiones sobre el propio hecho de pintar. En primer lugar, el título de la exposición – Reach for the Stars – hace referencia a uno de los detalles más significativos de la expedición: la presencia de Christa McAuliffe1, la maestra, la séptima astronauta.
Partiendo de los retratos oficiales de los tripulantes y del eufórico merchandising generado por la NASA – fotografías en formato postal, con los siete protagonistas en actitudes sonrientes y victoriosas – el artista reproduce en blanco y negro, y en riguroso estilo hiperrealista, cada una de estas imágenes. De este modo, la exposición da lugar a siete retratos individuales y un gran composición grupal, quizás el eje central del proyecto. Curiosamente, las ocho pinturas no están sobre bastidor, sino realizadas directamente sobre dibond, un material más propio de la fotografía que de la pintura.
A continuación, ese primer ejercicio de apropiación – la copia hiperrealista de cada astronauta, con sus maquetas del mítico transbordador, su bandera de los EE.UU… - se transforma en un juego de contrarios donde se mezclan múltiples capas de significado. Partiendo de la carta astral de cada retratado, y superponiéndola a su vez a la rueda de color básica inventada por Moses Harris en el siglo XVIII (supuestamente la primera de la historia, aunque tampoco está del todo claro) Fiol otorga a cada una de las piezas una extraña y fantasmal presencia cromática. Para ello, utiliza ocho cartas astrales: las siete que corresponden a la fecha de nacimiento de los tripulantes y una octava especialmente funesta, la correspondiente al día del accidente. Como testimonio del proceso, el artista incorpora también las ocho superposiciones en una esquina de la galería; un discreto detalle documental que nos ayuda a entender mejor su sistema de trabajo. Y es precisamente esa sutil aplicación de color la que conecta sus pinturas con cierta sensación premonitoria, mortuoria; un efecto fúnebre que recuerda a las imágenes post-mortem de época victoriana pero a la inversa. Mientras dichas imágenes intentaban transmitir la vida desde la muerte, aquí, la vitalidad manifiesta de los retratos parece avanzarse ya a una tragedia inminente.
Pero al margen del suceso, Reach for the Stars de José Fiol supone una invitación a repensar las posibilidades actuales del hecho pictórico mediante el análisis de sus ingredientes: un soporte, una temática, unas técnicas, un mensaje… Una puesta en crisis de su condición de pintor que, al fin y al cabo, cuestiona la supremacía de la forma a través de la incursión conceptual. En definitiva, un ejercicio de auto-crítica donde el simple acto de pintar nos brinda un sinfín de relaciones antagónicas. Algunas de ellas denotan una preocupación existencial (el éxito y el fracaso, la vida y la muerte, lo individual y lo colectivo…) – y otras se ciñen más bien a las propias estructuras de la representación artística (la pintura y la fotografía, el color y su ausencia…). Y ahí, en todo ese cúmulo de contradicciones, tensiones y objeciones a distintos niveles es donde sitúa la pintura de José Fiol.
David Armengol
1 En 2006 se presentó un documental centrado en la historia de Christa McAuliffe y dirigido por Mary Jo Godges y Renee Sotile . El título escogido fue Christa McAuliffe. Reach for the stars. Parece ser que dicha metáfora – la de alcanzar las estrellas – fue una de sus principales premisas pedagógicas.
"Reach for the stars" es un enunciado entusiasta, apasionado. Alcanzar las estrellas, lograr un reto. El reto más grande que puedas imaginar. No obstante, la misma frase esconde y sintetiza a su vez la historia de un gran fracaso: el trágico accidente del transbordador espacial Challenger en 1986.
El 28 de enero de dicho año, y a los 73 segundos de su lanzamiento, el Challenger se desintegró sobre el océano Atlántico causando la muerte de los siete miembros de su tripulación. En ella viajaban seis experimentados astronautas – Francis Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison Onizuka, Gregory Jarvis y Judith Resnik – y una profesora de secundaria especialmente preparada para la ocasión, Christa McAuliffe. La incursión de una maestra en el equipo formó parte del programa “Teacher in Space”, una estrategia populista del presidente Ronald Reagan que proponía revitalizar el deteriorado panorama educativo del país mediante el envío de un profesor civil al espacio. Según un informe posterior, el accidente se produjo por un error de la NASA. La cosa acabó de la peor de las maneras.
Pese a su sobria puesta en escena – básicamente pinturas sobre el muro y algunos registros de documentación – la obra de José Fiol deriva de un exhaustivo proceso de investigación. Un estudio previo que le lleva al análisis de episodios históricos de relevancia sociológica o política, normalmente definidos por la controversia y la polémica. A veces se centra en acontecimientos famosos, como en este caso, pero otras veces fija su atención en sucesos más periféricos o marginales. En este sentido, Audubon Ballroom, propuesta en la que Fiol especula sobre la fotografía del teatro en el que fue asesinado Malcom X en 1965, o L’Assasin de l’Assasin, donde el artista intenta establecer un retrato del asesino anónimo de Raoul Villain, nacionalista francés que mató al líder socialista Jean Jaurès en 1914, podrían ser dos buenos ejemplos de su modo de entender la práctica artística.
En su primera exposición individual en la galería Fran Reus de Palma de Mallorca, José Fiol toma como punto de partida el dramático caso del Challenger con el objetivo de abrir una serie reflexiones sobre el propio hecho de pintar. En primer lugar, el título de la exposición – Reach for the Stars – hace referencia a uno de los detalles más significativos de la expedición: la presencia de Christa McAuliffe1, la maestra, la séptima astronauta.
Partiendo de los retratos oficiales de los tripulantes y del eufórico merchandising generado por la NASA – fotografías en formato postal, con los siete protagonistas en actitudes sonrientes y victoriosas – el artista reproduce en blanco y negro, y en riguroso estilo hiperrealista, cada una de estas imágenes. De este modo, la exposición da lugar a siete retratos individuales y un gran composición grupal, quizás el eje central del proyecto. Curiosamente, las ocho pinturas no están sobre bastidor, sino realizadas directamente sobre dibond, un material más propio de la fotografía que de la pintura.
A continuación, ese primer ejercicio de apropiación – la copia hiperrealista de cada astronauta, con sus maquetas del mítico transbordador, su bandera de los EE.UU… - se transforma en un juego de contrarios donde se mezclan múltiples capas de significado. Partiendo de la carta astral de cada retratado, y superponiéndola a su vez a la rueda de color básica inventada por Moses Harris en el siglo XVIII (supuestamente la primera de la historia, aunque tampoco está del todo claro) Fiol otorga a cada una de las piezas una extraña y fantasmal presencia cromática. Para ello, utiliza ocho cartas astrales: las siete que corresponden a la fecha de nacimiento de los tripulantes y una octava especialmente funesta, la correspondiente al día del accidente. Como testimonio del proceso, el artista incorpora también las ocho superposiciones en una esquina de la galería; un discreto detalle documental que nos ayuda a entender mejor su sistema de trabajo. Y es precisamente esa sutil aplicación de color la que conecta sus pinturas con cierta sensación premonitoria, mortuoria; un efecto fúnebre que recuerda a las imágenes post-mortem de época victoriana pero a la inversa. Mientras dichas imágenes intentaban transmitir la vida desde la muerte, aquí, la vitalidad manifiesta de los retratos parece avanzarse ya a una tragedia inminente.
Pero al margen del suceso, Reach for the Stars de José Fiol supone una invitación a repensar las posibilidades actuales del hecho pictórico mediante el análisis de sus ingredientes: un soporte, una temática, unas técnicas, un mensaje… Una puesta en crisis de su condición de pintor que, al fin y al cabo, cuestiona la supremacía de la forma a través de la incursión conceptual. En definitiva, un ejercicio de auto-crítica donde el simple acto de pintar nos brinda un sinfín de relaciones antagónicas. Algunas de ellas denotan una preocupación existencial (el éxito y el fracaso, la vida y la muerte, lo individual y lo colectivo…) – y otras se ciñen más bien a las propias estructuras de la representación artística (la pintura y la fotografía, el color y su ausencia…). Y ahí, en todo ese cúmulo de contradicciones, tensiones y objeciones a distintos niveles es donde sitúa la pintura de José Fiol.
David Armengol
1 En 2006 se presentó un documental centrado en la historia de Christa McAuliffe y dirigido por Mary Jo Godges y Renee Sotile . El título escogido fue Christa McAuliffe. Reach for the stars. Parece ser que dicha metáfora – la de alcanzar las estrellas – fue una de sus principales premisas pedagógicas.
(eng) Reach for the stars - José Fiol |